Pasadas las horas, ella ríe al ver una fotografía. Se para. Mira a todas partes y dice: "¡Basta!, ya está todo decidido". De repente llora. Su corazón había dejado de latir tan exageradamente como hace un minuto. ¿El motivo?, desconocido. No da señales de cuál puede ser la causa de su estado de ánimo tan repentino. Llaman a la puerta, es su madre. La madre anda hacia el cuarto de Paula. Paula al verla esconde algo entre las sábanas. Su madre extrañada le pregunta:
- Pau, ¿Qué escondes?.
Paula no contesta.
- ¿Aún sigues con lo mismo?, deja ya ese tipo de
problemas a parte, cuando crezcas verás que sufres
por algo insignificante y sin valor.
- Mamá, cierra la puerta y déjame sola.
- Pau, solo intento ayudarte a entrar en razón.
- ¿De qué tipo de razón me hablas?, ya te dije ayer que
no me volvieses a hablar.
- Lo único que intento es aconsejarte.
- No, tu no me aconsejas, solo quieres amargarme la vida.
La madre enfadada se va y cierra la puerta de un portazo, pero no
sin dejar una frase referente a un castigo mas: "No saldrás de tu
cuarto hasta que recapacites".
Una destrucción
-
Y entre los gritos cerré los ojos lentamente y al momento vi una luz muy
fuerte y cegadora llenando cada espacio que veía, cada rincón... todo se
convert...
Hace 14 años